*Pronto, tianguis de tlayudas, garnachas, quecas, tortas tipo AIFA
Por Luis Repper Jaramillo*
lrepperjaramillo@yahoo.com
Es ineludible analizar el show “cómico/simulador” de la puesta en servicio de la Central Avionera “Santa Lucía”, que dista mucho de ser aeropuerto internacional por el hecho de alargar una pista con dimensiones extremas, tirar otra paralela y pedir a la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SCT) le dé el registro, cuando las instancias internacionales de aviación civil comercial rechazaron el reconocimiento, por inoperante para aviones de última generación y fuselaje extra largo.
Además, la publicidad/propaganda oficial de la Transformación de 4ª, presumía inauguración del “nuevo aeropuerto” Felipe Ángeles (AIFA), que en estricto sentido no es nuevo, sólo adecuaciones a una infraestructura militar existente (hangares, dormitorios, bodegas, barracas), sino readaptación caprichosa de López Obrador para presumir una de sus tres obras faraónicas innecesarias (Tren Maya, Refinería Dos Bocas, y Aeródromo castrense) y pasar a la historia, alucina, como el “mejor presidente de México”, jajajajaja.
Y no es nuevo porque esas instalaciones fueron inauguradas, entregadas y puestas al servicio de la Secretaría de la Defensa Nacional, el 24 de noviembre de 1952 (hace 70 años), por el Presidente de México, Miguel Alemán Valdés, con el nombre oficial de Base Aérea Militar No 1, “Gral. Alfredo Lezama Álvarez” con el objetivo de ser base de operaciones de protección al país, seguridad nacional y puente aéreo en caso de desastres naturales.
Se dispuso operarla por la SEDENA a través de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), para descentralizar lo que por décadas (antes de los 50´s) funcionó como Campo Aéreo Militar “Balbuena” (ubicado en pleno centro del DF) Sus operaciones: administración, adiestramiento, capacitación, residencia, mantenimiento, escuela, etc. se trasladaron a Santa Lucía.
Eso de calificar como nuevo aeropuerto, es una falacia. Más bien, debió decirse, “habilitación” o modernización de la Central Avionera, hoy convertida en aeródromo civil/militar –pues seguirá operando como base castrense-, rentado a vuelos comerciales y, próximamente, lo adelantó el inquilino de Palacio Nacional, tianguis de tlayudas, garnachas, tamales, atole, pambazos, quecas, champurrado, aguas frescas, micheladas, artesanías pejeras, etc. En su puesta en marcha el 21 de marzo de 2022, se dio muestra fiel de que no será, precisamente, un aeropuerto internacional, sino extensión de comercio informal en lujosos locales y pasillos de una obra caprichosa de quien cobra (pero nada hace) sentado en la Silla del Águila.
La puesta en operación del CHAIFA, fue una reminiscencia del priismo de las décadas de los 70´s, 80´s, 90´s, en que cada acto inaugural era “día del presidente”: acarreados, lisonjeros, aplaudidores, porristas políticos, invitados convenientes (Slim), aduladores del mesías, lonches (boing, torta, naranja, galleta) para las “focas aplaudidoras”, coristas “sí se pudo, sí se pudo, sí se pudo”. Aderezado con la presencia de “invitados especiales” -muchos forzados- con pasajeros simulados, elementos de la Guardia Nacional (militares) habilitados como civiles, arrastrando maletas vacías. Quien hubiese rechazado la simulación sería arrestado, ¡¡porque había que hacerle el caldo gordo al remedo presidencial!!
En mejores circunstancias y si el pueblo –bueno y sabio- fuera ¡feliz, feliz, feliz! con su gobierno, esa “inauguración” hubiere sido una fiesta nacional, regocijo y reconocimiento popular al Ejecutivo. Pero como las cosas se hicieron a capricho, impuestas, egocéntricas, a producto de gallina, como lo advirtió en un Monologo de su Soberbia, el aeropuerto va, porque va, cuando la prensa y la sociedad rechazó la suspensión de los trabajos del Nuevo Aeropuerto –ese sí- Internacional de México (NAIM) en Texcoco, el torpe Peje imaginó corrupción (que a tres años de la pendejada) no ha comprobado ni documentado. Impuso su voluntad, cual vil dictador de su “república amorosa”
Pero, para López Obrador, en idilio con el General Secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, la remodelación de la Base Aérea Militar #1, no sólo era concretar una idiotez, sino los beneficios pecuniarios (millones de pesos para ambos) y pusieron “manos a la obra”. Del proyecto inicial (2019) con el aval de la Cámara de Diputados (mayoría morenista) en el Presupuesto de Egreso de la Federación se destinaron 75 mil millones de pesos.
Pero como López y Sandoval vieron que era fácil “sacar” más dinero del erario (impuestos, pagos, multas) público, acordaron con sus larvas de San Lázaro que cada año a partir del 19 hasta 2022… y más allá, aumentarlos en aras de concluir la mini/mega obra Avionera para gozo, egolatría y presunción de Andrés Manuel, sin importar que éste perverso quitara recursos y/o desapareciera programas y apoyos sociales como Guarderías Infantiles, Seguro Popular, centros de salud comunitarios; medicamentos oncológicos pediátricos, tratamientos en curso, quimioterapias, atención especializada a niños y adultos con cáncer.
Despidió (2019) cuando ya tenían maquinado el plan Santa Lucía, a más de 1 millón de burócratas en todo el país. Tijereteó Fondos, Fideicomisos, Comisiones, etc. echando a la calle a empleados, “guardándose” esas partidas para uso familiar, de grupo, al Cártel Lopezobradorista, dejando una parte para inyectar a sus obsesiones: Santa Lucía, Tren Maya, Refinería Dos Bocas. Financiar los lujos del Jr. José Ramón López Beltrán, sus insultantes viajes en jet privado, su ajuar con relojes finos, ropa de marca, excentricidades con su esposa Carolyn e hijo, “el pocho” Salomón Andrés Beltrán Adams.
Para 2019 se obsequiaron a López/Sandoval 75 mil millones de pesos. Para 2020 se sumaron 5 mil 372 millones (80 mil 372). El PEF destinó para 2021 una cuantiosa fortuna, 21 mil 315 millones.
Llegó 2022. En la Cámara Baja, aún con mayoría morenista y una disminuida, mini, insignificante oposición (PAN, PRI, PRD, MC) las huestes lopezobradoristas (recuerde que el Presupuesto lo diseña López Obrador y sus diputados sólo levantan la mano para aprobar, “sin cambiar ni una coma”, advertencia del inútil Andrés) última partida para la Central Avionera (que hizo feliz, feliz, feliz a la dupla perversa López/Sandoval) por 11 mil 450 millones de pesos. Trabajos no terminados al 100%, es decir, “inauguraron” una obra inconclusa, como la Línea 12 del Metro del aún DF, en la regencia de Marcelo Ebrard (PRD), que desde su inicio fue catastrófica, inoperante. Años después colapsó, en la Jefatura de Gobierno de la CDMX, de Claudia Sheinbaum –MORENA- que carga sobre sus hombros homicidio culposo de 26 personas y decenas de usuarios más con severas lesiones, muchas de por vida. Así son las obras de la Transformación de 4ª.
Con cifras sumadas dadas a conocer por la Cámara de Diputados (mayoría morenista) se advierte que hasta el momento Andrés Manuel y Luis Crescencio Sandoval, han dilapidado 113 mil 137 millones de pesos.
Pero, como siempre digo, a las cifras oficiales (cualquiera que dé a conocer) hay que sumarle entre 50 y 55 por ciento para aceptar las reales.
Dinero maldito que sacrificó a enfermos de cáncer (entre 5 mil y 6 mil niños fallecidos en los últimos 3 años… y contando). Desempleo (corrió) a más de un millón de burócratas. Afectación a más de 40 mil familias trabajadoras a quienes el Peje quitó las guarderías infantiles. Millones de adultos mayores, familias, niños, enfermos en tratamiento, beneficiarios que por decisión personal desapareció el Seguro Popular. Desabasto de medicamentos para varias enfermedades por orden de López Obrador quitó de las farmacias del IMSS, ISSSTE, INSABI (elefante blanco), y todo por cumplir un pinche capricho: su aeródromo “internacional” en el que las compañías importantes del mundo no aterrizarán, ni realizarán operaciones de otro tipo.
El 21 de marzo pasado, en un escenario priista… bueno, si no fue así, así pareció, los zalameros del Sistema, incluidos dos estúpidos gobernadores del PRI, Alfredo del Mazo, Estado de México y Omar Fayad de Hidalgo, por ser entidades en donde se ubica el CHAIFA, fueron oradores. En el atril desbordaron miel, halagos, larvismo, miseria (hacia un gobernante de oposición), a quien alabaron como el “descubridor del hilo negro”, el hombre que vino a iluminar el desarrollo de la aviación, al poner en marcha la pinchurrienta Central Avionera de Santa Lucía.
Del Mazo no escatimó elogios para el Peje “este aeropuerto muestra la capacidad del presidente de México para cumplir sus retos y propósitos. Hoy ha demostrado que la ética, la austeridad, la honestidad y la constancia es el camino para obtener buenos resultados”
Y remató, como si fuera morenista “es la obra de infraestructura más importante concluida en nuestro país durante el presente siglo”. ¡Zazzz! ¡arrastrado, servil, pueril, traidor! (esto lo digo yo)
Tocó el turno el reptil priista Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, quien también derramó miel, amor, servilismo hacia López Obrador. Ufano escupió “quiero felicitar el esfuerzo del gobierno de México para terminar una obra de estas dimensiones en tan corto tiempo apegada a los principios de austeridad (sacrificó vidas. Gastó más de 113 mil millones de pesos en capricho personal) y de funcionalidad ¿en beneficio de los mexicanos? Sólo faltó que después de su spech, besara la mejilla e hincara ante el patán de Andrés Manuel
Luego habló la arrastrada Jefa de Gobierno de la CDMX (que no entiendo por qué se presentó… Aah, placeo, exhibición, lucimiento) Como larva que es, despidió por sus poros, por su boca viperina halagos, zalamería, sumisión por Andrés, como si de su bolsillo hubiera pagado los más de 113 mil millones de pesos. De la Sheinbaum podemos esperar todo. Es mujer sin personalidad, independencia, autonomía, sin imaginación. Es NADA
*Colaborador de los Grupos Editoriales Digitales pasaporteinformativo.mx, gustavorenteria.mx, latitudmegalopolis.com, portalhidalgo.mx, grupometropoli.net
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