TREPA

8 de junio 1969

Por Luis Repper Jaramillo*

                                                                                                                  lrepperjaramillo@yahoo.com

Comparar a Andrés Manuel López Obrador con Julio César, Cromwell, Robespierre, Napoleón, Mussolini, Franco, Stalin, Hitler, Hussein, Gadafi, Idi Amin, Bokassa, Mobutu y otros de su calaña, no es descabellado. Ellos y otros tienen algo en común: fueron y son despiadados dictadores -sin guardar ninguna proporción-, homicidas culposos, soberbios, vanidosos, arrogantes, inhumanos.

Existen tantas características y tipos de dictador, que cada uno tienen su “estilo”, propensión y descaro que han merecido libros, citas, comparaciones, menciones sobre sus atrocidades cometidas que dentro de su cabeza no traen neuronas, sino boñiga, como el caso del tabasqueño, merodeador de Palacio Nacional, de quien nos ocuparemos más adelante. Destacarè sus virtudes (sarcasmo), carencias, traumas, complejos, torpezas, pendejadas en estos 5 años 5 meses… y contando, que tiene a México sumido en crisis de credibilidad, inseguridad, económica, sanitaria, educativa, política, legislativa y social.

De entrada, este dictadorzuelo de pacotilla es remedo de autócrata como el venezolano, cubano, nicaragüense, argentino, ruso, norcoreano, chino, convertidos en sus gurús, sensey, con la diferencia que a èste no le funciona la materia gris (carece de neuronas o muy limitadas) y sòlo reacciona según ordenes del Foro de Sao Paulo, pues carece de capacidad, inteligencia, habilidad para manejarse por sí mismo. Reacciona, no actúa ni se adelanta a los hechos.

Para poner es su justa dimensión el tema, dejen les digo, que más de 2 mil millones de personas en el mundo viven sometidas a un régimen autoritario, señala el ranking Democracy Index, que publicó la Consultora Economist Intelligence Unit.

En más de 55 países (incluido México) la población no ejerce sus derechos fundamentales (López Obrador maquina esta posibilidad) y está sujeta al poder único de un partido (Morena) o a la voluntad absoluta de un individuo (AMLO).

El viernes 28 de abril (viernes negro) el inquilino de Palacio Nacional ratificò que su objetivo en lo que resta del fallido sexenio, es implementar la dictadura, pese a venir de un proceso democrático en 2018, que le dio la presidencia de México, vía los votos. Esa tarde/ noche ordenó a sus larvas (Senadores de Morena, PT, Verde Ecologista y PES) aprobar, sin la presencia de la oposición (PAN, PRD, PRI, MC), en recinto alterno al Senado, 20 iniciativas enviadas por él, dispensando su lectura y la discusión democrática (sòlo estuvieron 64 legisladores oficialistas, no hubo quorum) En fast trak, a mano alzada, sin procedimientos legislativos, protocolos, ni validación legal, obedecieron al amo.

Todas las reformas “aprobadas” fueron benéficas sòlo para el ejército, Andrés Manuel, Transformación de 4ª, Morena. Ninguna en favor de más de 130 millones de mexicanos, incluida traición a 36 millones de compatriotas que carecen de seguridad social (IMSS, ISSSTE, SSA, Pemex, dispensarios públicos. etc.) al desaparecer -por sus huevos- el vergonzoso Instituto de Salud del Bienestar (INSABI). 

El ganòn fue el General Secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, a quien le obsequiaron en definitiva la operación y administración del Tren Maya, el control y manejo de las vías férreas y aérea del país. Además, las rentas (ingresos, dinero, pagos) del turismo extranjero, a través de FONATUR, que le representarà ingresos multimillonarios anuales al “viajero frecuente” y sus vacaciones de “terciopelo” para èl, su raza e invitados.

Esta disposición inconstitucional de López Obrador, además de albazo, traición a la democracia, a la Patria, a la Constitución, al Estado de Derecho, a la inteligencia de la población. Fue orden absolutista al Poder Legislativo, avasallado, controlado, sumiso, dependiente, minùsculo de un pseudo dictador iluminado por su soberbia, arrogancia, TOC.

Volviendo a las “virtudes psicológicas” de Andrés Manuel, el tipejo adolece de delirio de omnipotencia con locura. Para el escritor norteamericano John Gunther, autor de libros sobre regímenes autoritarios, “todos los dictadores son anormales, neuróticos, como Adolfo Hitler”.

El absolutista tiene personalidad bipolar, paranoica y complejos variados: de superioridad, persecución, de grandeza, de vanidad. Dice Gunther “una vez instalado en el poder, el dictador pierde la cordura”.

Otras teorías psicológicas sostienen que el dictador sufre trastornos en el cerebro (en el caso de López ¿cuál?) La causa, advierte el escritor, está en el gen AVRP1, que regula la capacidad de ser generoso con los demás. Dicho gen se asocia a la secreción de una hormona responsable de la creación de vínculos sociales y afectivos. “Es seguro que el dictador codicioso padece un componente genético”

Andrés es dictador codicioso y por ser hereditario lo lleva su parentela. Todos tras el dinero fácil (robado, no trabajado, defraudado, “aportado”) como Pío, Arturo -hermanos-; José Ramón, Andrés Manuel (Andy), Gonzalo Alfonso López Beltrán, Felipa Obrador (prima), Carolina Adams (nuera), Concepción Falcón (cuñada). Larvas rateras, Delfina (fina para la transa), Bartlett, Nahle, Delgado, Ebrard, Gertz, Esquer, Napito, Gatell, Claudia, Adán Augusto, Ovalle, Romero Oropeza, y varios etcéteras.

Jerrold Post, del Programa de Psicología Política de la Universidad George Washington, sostiene que un dictador sufre patologías bordelinde, es decir, se encuentra en la frontera entre la neurosis y psicosis. Es un individuo que funciona de manera racional, pero en determinadas condiciones de estrés supera el límite. Sus percepciones se distorsionan y lo refleja en sus acciones. Sabe ganar, pero no acepta perder. Su único público que cuenta es el espejo.

En sus dos primeras derrotas presidenciales (2006 y 2012) siempre culpó al INE, a Calderón, a los mexicanos que según èl no lo apoyaron en sus luchas por ganar Los Pinos.

En 2018, se auto valorò diciendo que ganó por su lucha incansable contra los conservadores, neoliberales, prensa corrupta. Se miró al espejo y exclamó “Lo hice yo solo. Soy el poder”

James Fallon, neurocientífico de la Universidad de California en Los Ángeles, señala que existe el dictador carismático, cuyas características son: mentiroso, manipulador, excelente memoria, abusivo, simulador (cualquier semejanza con Andrés Manuel López Obrador, es mera coincidencia). Su mente tiene más inclinación a odiar que a matar.

Bajo esta sintomatología, AMLO sufre un desajuste cerebral. Tiene la amìgdola subdesarrollada y esto afecta sus niveles de satisfacción. Padece disfunción en la glándula que regula el miedo, la ira, su historial emocional y el deseo sexual.

Iñaki Pinuel, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares (España) experto en acoso laboral, establece analogías entre el comportamiento arbitrario de los jefes de empresas y los altos cargos políticos: entre el 8 y el 13 por ciento de la población mundial es psicópata y reúnen tres perfiles: trepas*, narcisistas y maquiavélicos. Manipulan, fascinan, mienten, y se perpetúan en el poder, gracias a su carisma. Este sujeto (López) mientras más escala socialmente se convierte en paranoico.

(*TREPA, sujeto impresentable. Posee un comportamiento avasallador. No son buenos compañeros, pero hacen alianzas estratégicas (Delgado, Sheinbaum, Adán Augusto, Pío, Arturìn, Nahle, Bartlett, Ebrard, Gatell, Esquer, Riobòo, Luis Crescencio, etc.) que le sirven para alcanzar sus objetivos. Una vez logrado, es tan frío, que deja colgados a sus aliados.

¡¡Quién no está conmigo, está contra mí!! Amenazò al inicio de su fallido sexenio a sus larvas. Hoy todos están alineados (gabinete, legisladores, chairos, pejezombies, etc.) de lo contrario son corridos, ignorados, advertidos (les echa a la UIF, de Hacienda) por eso aquello de “mis colaboradores deben tener 90% de lealtad ciega y 10 por ciento de capacidad”

Una característica inobjetable del dictadorzuelo de pacotilla (léase Andrés Manuel), es la que señalan los psicólogos: haber sufrido graves abusos o impactos en su infancia y/o haber experimentado la pérdida de algún familiar cercano. Su historia personal se remonta al 8 de junio de 1969, en Villahermosa, Tabasco, a la tienda de ropa de sus padres. Una tarde el negocio era atendido por Andrés Manuel (hermano mayor) y José Ramón. Intempestivamente un disparo de pistola retumbó en el local. José Ramón yacía en el suelo con la cabeza hacia la salida. El tiro había penetrado por la nuca del niño. Andrés única persona en la tienda. No hubo sentencia.

Pinuel destaca que el dictador es persona que no dispone de la parte del cerebro que ayuda a enfrentar debates morales.

En nuestro caso, López, es un peligro social ya que ataca a sus opositores con señales claras de psicopatía maligna, de megalomanía imposible de controlar. (psicopatía, enfermedad o trastorno mental. Se caracteriza por una alteración del carácter o de la conducta social y no comporta ninguna anomalidad intelectual)

Hablando de dictadores sanguinarios, Hitler, Idi Amin, Husein, Franco, Chávez, Castro, Maduro, Ortega, Bokassa, Gadafi, López Obrador (151 mil 836 homicidios dolosos. 38 mil 78 mexicanos desaparecidos, 3 mil 500 niños con cáncer “fallecidos” por suspensión de medicamentos oncológicos, quimioterapias y atención especializada, en sòlo 5 años 5 meses de fallido gobierno) ¿Genocida? Si. Amigo de dictadores



*Colaborador de los Grupos Editoriales Digitales radioexpresionmexico.com, mexiconuevaera.com, pausa.mx, revistapeninsular.com, aldeadigital.mx, bajosello.com

  



 





Publicar un comentario

0 Comentarios