“De 40 millones nos ching4m0s 25, esos son los negocios”, o "estoy harto de tanto p3nd3jo", con ese tono arrancamos los 60 días en los que tendremos promesas, ocurrencias, insultos y pésimos y caros spots de los partidos en busca de nuestro voto. Somos la nada despreciable cantidad de más de 94 millones de electores en el país.
Lo que queda claro es que entre políticos reciclados, cantantes, luchadores, actores y demás personajes tendremos que escoger diputados federales, locales, alcaldes y gobernadores. Y hay que hacerlo, dar con los mejores o "los menos malos".
Muchos de ellos no tienen ni idea de qué tendrían que hacer en caso de ser electos este 6 de junio, sin embargo esta vez es responsabilidad nuestra que a pesar del dolor de cabeza que son las campañas políticas, llegado el momento no sea el abstencionismo el gran ganador de este proceso electoral.
Es momento de hacernos acompañar de la sensatez y de hacernos cargo de manera responsable de nuestras elecciones, pese al bajo nivel que se prevé en estas campañas.
Francamente es una "mala tradición" que en las llamadas elecciones intermedias el desinterés se apodere de los ciudadanos y ni siquiera nos demos tiempo de revisar quiénes son los candidatos y menos "perder el tiempo" en ir a las urnas ese domingo que habrá seguramente temas más interesantes y divertidos que "ir a votar".
Sin embargo y desde ahora vale la pena entender que esta llamada fiesta electoral es absolutamente ciudadana, si bien están los candidatos y sus equipos de campaña, somos nosotros o muchos ciudadanos mexicanos los que estarán contando los votos, montando las urnas, llenando la documentación del número de votantes que salieron a elegir a alguno de los próximos representantes o servidores públicos.
Es momento de avanzar en la responsabilidad de un país y gobiernos que nosotros ponemos y quitamos, también romper con esa actitud "facilona" de suponer que nuestra participación no es importante porque "llegan los mismos de siempre" y perdemos la oportunidad de decidir a quién le exigiremos que haga su trabajo o a quién castigaremos por su mala administración o pésimas decisiones en espacios como la cámara de diputados.
Amén de las supuestas intenciones que tiene el actual gobierno federal de hacer y deshacer con el país buscando mas poder, no podemos quedamos con la queja de "son peores que los otros" o "la política es algo aburrido que ni me interesa".
Ya va siendo hora que en el arranque de las campañas políticas y en estos casi dos meses que nos faltan, nos organicemos para compartir con nuestra familia, conocidos y amigos el propósito por tomar en nuestras manos el papel de ciudadanos un poquito mas interesados en la posibilidad de elegir a quienes realmente consideremos que puedan hacer algo más por este nuestro país.
El gasto ya está hecho (y vaya que son varios cientos de millones de pesos los destinados para este proceso electoral), la mesa puesta, solo falta que de una vez por todas hagamos nuestra esta fiesta electoral que tiene ya una cita agendada, el próximo 6 de junio.
Respiremos hondo porque los partidos y sus candidatos (y uno que otro de Palacio Nacional que parece que no se quedará callado en estos días) estarán insoportables, desquiciados, sin embargo es nuestra oportunidad de que se escuche nuestra voz y entender que la política es tan importante como para sólo dejársela a los políticos (actores, cantantes, ex obispos, luchadores, actrices y hasta ex reinas de belleza).
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