Presencia y talento mexicano de mujeres en la Red Iberoamericana para la Acción Climática


La UNAM participa en la Red Iberoamericana de Mujeres para la Acción Climática. La organización está constituida por instituciones de diversos países y su objetivo es estudiar el impacto del cambio climático en América Latina, mediante el enfoque de género diferenciando sus afectaciones

Paulina Ordóñez Pérez, experta del Grupo Clima y Sociedad y líder del proyecto en México, explicó que el organismo, busca desarrollar un marco integral para examinar cómo la variabilidad y el calentamiento global afectan de forma diferenciada a las mujeres y cómo se acentúa en los grupos vulnerables.

Indicó que la UNAM participa por parte de México; también el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador; la Universidad de Costa Rica; la Universidad de Antioquia de Colombia; y dos universidades de Brasil (la de Río de Janeiro y la de São Paulo); además se invitó a instituciones de educación superior españolas y portuguesas, pues se tiene una cultura común.

Ordóñez Pérez precisó que el proyecto inició a finales de 2021 y quedó integrado por 10 investigadoras coordinadas por la costarricense Ana María Durán.

“Se planteó la Red para trabajar en los impactos del cambio climático en la salud, porque este es el sector en el que las investigadoras tienen más experiencia y, sobre todo, porque las olas de calor, los eventos extremos, e incluso los vectores tropicales las afectan. Y en los últimos años se ha comenzado a revisar el impacto de la sequía en el sector salud, algo bastante novedoso y ya hay trabajos en España, Portugal y Brasil”, comentó.

La experta en variabilidad climática con énfasis en el análisis de eventos climáticos extremos, recordó que cada vez son más los datos que evidencian la relación entre género, cambio climático y la igualdad social.

Los riesgos son más graves para ellas: niñas indígenas y afro descendientes, las adultas mayores, las mujeres discapacitadas y migrantes. Además, un dato impactante es que 80 por ciento de los refugiados climáticos son mujeres, señaló.

La doctora en Física de la Tierra añadió que quienes trabajan en la agricultura son numerosas en los países de bajos y medianos ingresos, y en varias regiones tienen una responsabilidad desproporcionada cuando se trata de garantizar alimentos, agua y combustible.

“Ellas son bastante vulnerables a los impactos del cambio climático cuando hay épocas de sequía. Hay niñas que abandonan la escuela, y las tareas de recolección de leña y agua son tareas que se ven muy afectadas por los efectos adversos del cambio climático, y tienen un efecto negativo en la salud, sobre todo en las mujeres embarazadas”, alertó Ordóñez Pérez.

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