Línea 12 del Metro, de "Línea dorada" a Monumento de la vergüenza"

Por Gerardo C. López Becerra

Presidente del Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio AC.

El colapso de la línea 12 de metro, llamada “La Línea Dorada” por el gobierno que la diseño y financió, ha convertido a esta obra en un monumento a la vergüenza por la acumulación de accidentes mayores, errores en su diseño y falta de mantenimiento que ahora han costado la vida a 24 mexicanos y tiene a otros 70 hospitalizados.

Nadie duda de la importancia que el sistema de transporte colectivo “Metro” ha tendido para la ciudad de México, para el comercio y las empresas al trasportar a más del 4.5 millones de pasajeros, la gran mayoría trabajadores de pequeñas y medianas empresas, todos los días.

Aunque con reservas por los efectos negativos que se generaban en la economía popular, algunos sectores estuvimos de acuerdo cuando, los gobiernos de la Ciudad de México han incrementado el precio del boleto bajo el argumento de que eso serviría para dar mantenimiento a las instalaciones.

Sin embargo, es a todas luces la falta de mantenimiento de la infraestructura, uno de los factores que han causado los accidentes, incluyendo el del pasado 9 de enero y ahora de este 03 de mayo, generando eventos lamentables que no se habían tendido antes, con la frecuencia y magnitud.

Los comerciantes y empresarios agremiados en el Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio, lamentamos la muerte de cada uno de los mexicanos –padres y madres de familia,  trabajadores, jóvenes y niños - quienes fallecieron en este lamentable accidente, como resultado de la corrupción e incapacidad con la que han actuado las autoridades que no tomaron en cuenta -o no se enteraron- de la existencia de los reportes sobre los daños en la estructura. 

Nos unimos a quienes exigen una investigación pronta, imparcial y honesta para determinar el grado de responsabilidad que tienen funcionarios de administraciones pasadas así como de la presente. No es posible seguir dando la vuelta a la hoja y esperar que el olvido en la memoria colectiva minimice los trágicos acontecimientos.

La ciudadanía también esta llamada al valorar y castigar, mediante su voto, a quienes no han dado los resultados que prometieron para mejorar los servicios y evitar este tipo de catástrofes.