Para Emanuel Okaury su carrera es una cadena de buenas actuaciones que viajan con recomendaciones

Primero fue “Horario Estelar” y enseguida lo llamaron para “La partitura secreta”. 

Así, casi sin darse cuenta, el mexicano Emanuel Okaury dio el salto hacia la internacionalización con estas dos series que le han dado la oportunidad de actuar, por ejemplo, con Óscar Jaenada y Maya Zapata, para las plataformas Star+ y Disney+, respectivamente.

“Fue como una bendición, porque de pronto la gente que ve mi trabajo es la que me recomienda para el siguiente proyecto”, dice Okaury, actor que, se debe aclarar, no llegó a la cima de un día para otro, sino que lleva más de 20 años de trayectoria en los escenarios.

La mayor parte de su carrera la ha hecho en teatro e incluso recuerda que fue rechazado varias veces en televisión antes de conseguir su entrada al Centro de Educación Artística de Televisa. Ahora mira hacia atrás y se da cuenta que valió la pena ser terco y empeñarse en ser actor apegado al profesionalismo.

Porque cuando fue llamado para el casting de “La partitura secreta”, la fila estaba llena de colegas famosos y populares que querían entrar al mundo Disney+, que es la compañía productora de la serie.

Pero Okaury pasó un filtro tras otro hasta quedarse finalmente con el personaje de Dod, el coprotagonista adulto de esta serie enfocada en un grupo de adolescentes que descubren la magia de la música.

El proceso fue similar para ganar su lugar en “Horario estelar”, una serie de Star+ para la que fue recomendada por amigos que lo habían visto en teatro, en particular en “Infierno”, una obra iconoclasta en la que el terror no sólo se siente en el escenario, sino que se transmite de manera muy viva a los espectadores en las butacas del teatro “Enrique Lizalde”.

Emanuel Okaury tiene razón cuando dice que su carrera es una cadena de buenas actuaciones que viajan con recomendaciones de boca en boca: a la obra “Infierno” llegó gracias al director Rafael Perrín, quien lo conoció en “Secuestro”, obra en la que Emanuel llevaba un rol antagónico.

“Siempre he sido un apasionado, siempre le echo todas las ganas a cualquier personaje porque eso me ha abierto puertas”.

“No me canso, no me rindo, no me doy por vencido” tiene escrito Okaury en el perfil de sus redes sociales. Ese es el lema que ha seguido desde que debutó cuando era un niño que todavía no cumplía ni diez años.

En el teatro, Okaury desarrolló gran parte de su carrera al mismo tiempo que incursionó en la televisión con programas unitarios, como “La rosa de Guadalupe” y “Como dice el dicho”.

Es ahora que todo ese trabajo lo ha llevado al punto de trabajar en series internacionales a través, insiste, al “trabajo apasionado”.

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