POR GONZALO GARCÍA
En las inmediaciones del monumento de la Revolución, organizaciones de la sociedad civil llevaron a cabo una magna concentración en defensa de la vida y en contra de la legislación vigente que faculta la práctica del aborto.
En pleno inicio de un puente vacacional y sin la presencia de dirigentes de los partidos políticos, según reportes de la policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), cerca de diez mil personas unieron sus voces en calles de la ciudad de México y marcharon a pesar de los inclementes rayos del sol.
Desde muy temprana hora, esta manifestación tuvo como punto de reunión el monumento, desde donde comenzó una marcha hasta la sede de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, pasando por la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en donde despacha, recalcaron, el actual canciller Marcelo Ebrard, quien en su momento, como jefe de Gobierno de la CDMX, impulsó la despenalización del aborto.
Con plenas muestras de júbilo y alegría, los contingentes encabezados por jóvenes de entre 14 y 18 años, portaron pancartas, repartieron volantes y regalaron paliacates como una muestra verdadera de que lo más importante en la sociedad es la defensa de la familia y de la vida misma.
Sin importar que se trataba de una mañana cubierta por los rayos del sol, a la cita acudieron hombres y mujeres de diversos puntos de la república mexicana y en medio de arengas respetuosas, pero firmes y contundentes, marcharon hasta la sede del Congreso capitalino, ubicado en el cruce de Donceles y Allende para cerrar con un mitin final.
Lidereados por ONG sin distingos partidistas, ante la mirada de curiosos, pronunciaron frases como éstas: “No somos uno, no somos cien, señor secretario cuéntanos bien”. Y con la presencia de niños y ante transeúntes que no cabían del asombro por tratarse de una marcha en sábado, decían al unísono: “Vida sí, aborto no”.
Vale mencionar que a pesar de que entre los manifestantes predominaban vestimentas en los colores azul claro y azul turquesa y con paliacates blancos, en todo momento se puso énfasis de que se trataba de una congregación de ciudadanos en defensa de la vida.
Dio gusto, mucho gusto, que se haya efectuado este recorrido en favor de la vida, al grado de que algunos asistentes lo tomaron como una “fiesta ciudadana” y a la más mínima provocación de su ronco pecho se escuchaba que decían: “diputado, entiende, la vida se defiende”.
En forma totalmente pacífica y organizada, los contingentes pasaron a un costado del palacio de las Bellas Artes y teniendo como marco de referencia a la mismísima Torre Latinoamericana, incluso bailando al son de ritmos caribeños, se les escuchaba decir: “De norte a sur y de este a oeste, defenderé la vida, cueste lo que cueste”.
Luego de más de dos horas de avanzar por calles y avenidas, y terminar su recorrido frente a la ALDF, miles de gargantas expresaban fuertemente: “Mi mamá dijo sí y por eso estoy aquí”.
Qué motivación tan grande cuando los jóvenes oradores pidieron una ovación para las familias que vinieron a la CDMX procedentes zonas lejanas, tales como de Puebla, Guadalajara, Jalisco, así como de Sinaloa y de Chalco Estado de México. Y Al Grano Mx pudo constatar que también llegaron familias enteras de Morelia, del merito Iztapalapa, de Azcapotzalco, de Tlalpan e incluso por el acento de su voz se pudo constatar que viajaron desde el norte del país para ser partícipes de este magno evento.
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