No se trata solo de síntomas, es una enfermedad, y de cuidado especializado
Por Daniel Lee
Es para tomar en serio, poco se habla de esta especialidad y lo peor es que actualmente existe solamente una persona especialista en algeología por cada 115 mil mexicanos con dolor crónico.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Certificación de Anestesiología (CNCA) hoy día existe un déficit preocupante de lugares en donde se puede formar un algólogo.
Para brindar consulta en medicina del dolor, sólo hay 17 sedes para cursar esta alta especialidad: 13 avaladas por UNAM, 2 por la Universidad de Guadalajara y 2 en Monterrey.
Alfredo Covarrubias-Gómez, junto con otros especialistas en Algología, destacaron que según datos de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD), apenas 30% de los egresados de los Cursos de Posgrado de Alta Especialidad en Medicina en Algología de la UNAM trabajan en una clínica del dolor.
Asimismo, está formación está muy centralizada, ya que de las 13 avaladas por la UNAM, 12 se encuentran en la Ciudad de México y sólo una está fuera de la capital del país, en León, Guanajuato.
Sin embargo, pese a asistir a este curso y después de uno o dos años de prepararse en esas instituciones, nada garantiza que el algólogo pueda obtener una plaza en el sector salud para desarrollar el conocimiento por el que se capacitó durante este tiempo.
Para que un médico que vive en Quintana Roo tome el Curso de Alta Especialidad en Algología y pueda brindar consulta en medicina del dolor tiene que transportarse más de 1400 km, si es que quiere realizarlo en la Ciudad de México. Si prefiriera estudiarlo en León su viaje sería de casi 1800 km; si fuera en Guadalajara tendría que viajar alrededor de 2000 km y si decidiera ir a Monterrey su trayecto sería de más de 2300 km. En ninguna de las opciones sería un viaje corto.
Las distancias son un factor importante porque sólo en estas cuatro ciudades un médico mexicano podría inscribirse a este curso en Algología y obtener un reconocimiento con un aval universitario que acredite que cuenta con las destrezas y conocimientos necesarios para atender el dolor crónico. No hay más opciones.
El médico mejor capacitado para atender un dolor crónico es el algólogo, quien primero tuvo que haber cursado la licenciatura en Medicina, posteriormente ser especialista en Anestesiología y luego hacer el Curso de Alta Especialidad en Algología en alguna de las sedes que tienen aval universitario.
Frente a este panorama es necesario contar con algólogos que sepan atender y tratar el dolor crónico, que desde mayo de 2019 es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad y no sólo un síntoma.
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