La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación
(Mejoredu) publica hoy en su página web el nuevo Modelo de Evaluación Diagnóstica, Formativa e Integral (MEDFI)
diseñado por esta institución, que resignifica la evaluación, la pone al
servicio de la mejora continua de la educación y responde a los planteamientos
de la reforma educativa impulsada por el actual gobierno de México.
A partir de un diagnóstico crítico sobre los avances y
limitaciones de las evaluaciones nacionales e internacionales realizadas en
nuestro país, el nuevo modelo impulsará una evaluación con carácter
diagnóstico, formativo e integral y dará la pauta para el desarrollo de
distintas prácticas de evaluación del Sistema Educativo Nacional.
La evaluación estará al servicio de la mejora continua
de la educación y tendrá como principios centrales el diálogo, la comprensión y
la confianza de y entre los miembros de las comunidades escolares, con la
finalidad de fortalecer sus capacidades para enfrentar problemas y ampliar su
autonomía en la toma de decisiones de mejora continua en, para y desde sus
propios campos de acción.
Tendrá un carácter participativo e incluyente y se integrará
progresivamente a los procesos educativos, además de que será construida desde
las experiencias y las prácticas de los propios agentes educativos, por lo que
se impulsará la autoevaluación y la coevaluación como estrategias centrales de
reconocimiento, inclusión y mejora continua de la educación. Asimismo, será una
evaluación que informe y retroalimente al SEN y a las políticas educativas a efecto
de apoyar las decisiones orientadas a fortalecer las áreas críticas del sistema
donde se requiera más apoyo.
El MEDFI considera tres ámbitos prioritarios para impulsar la
evaluación y la mejora educativa: el aprendizaje de las y los estudiantes; la
práctica docente, y las condiciones y procesos escolares.
Respecto a la evaluación para la mejora del aprendizaje de las y los estudiantes,
Mejoredu continuará con el desarrollo de instrumentos y materiales para apoyar
la evaluación diagnóstica del aprendizaje que realizan las y los docentes al
inicio de los ciclos escolares. En el ciclo escolar 2021-2022 se inició con la
evaluación en las áreas de lectura y matemáticas y en el ciclo actual se agregó
formación cívica. Se continuará apoyando el proceso de recuperación de los
aprendizajes, con un enfoque formativo, con orientaciones didácticas para las y
los maestros en las que se recomendarán estrategias de enseñanza, actividades
para el aula directamente vinculadas con los aprendizajes fundamentales de cada
grado, y orientaciones para que las y los docentes elijan o adapten las más
apropiadas para sus estudiantes.
Por lo que hace a la evaluación para la mejora de la práctica docente, el modelo busca
propiciar
una evaluación participativa e incluyente que impulse el trabajo colaborativo
para generar saberes y fortalecer la autonomía e identidad docente. Asimismo,
considerará el contexto escolar y sociocultural de las y los docentes, a fin de
analizar su práctica en función de la realidad donde laboran. En el modelo se
prevé iniciar en el presente ciclo escolar con la evaluación diagnóstica de la
práctica docente a partir de dos vertientes de
trabajo: a) la observación y análisis de videos de prácticas docentes y b) un
mecanismo para reconocer la identidad y autonomía en el ejercicio de las
funciones docentes.
Respecto a la evaluación para la mejora de las condiciones y proceso escolares, el modelo
permitirá obtener información relevante y útil para mejorar la convivencia
escolar, los ambientes pedagógicos y la relación con la comunidad. Para el
presente ciclo escolar se prevé iniciar la evaluación diagnóstica de las
condiciones y procesos escolares a través de distintas herramientas e
instrumentos, como rúbricas individuales y colectivas, así como de
cuestionarios para el diagnóstico escolar orientados a la
identificación de problemáticas centrales, fortalezas y las áreas de
oportunidad. Los resultados de esta evaluación retroalimentarán a los planes
escolares de mejora continua, a fin de integrarla al flujo cotidiano de tareas
y actividades, y volverla parte medular en el cumplimiento de las metas y
acciones de la escuela.
Una
de las apuestas principales del nuevo modelo de evaluación es que las
evaluaciones del aprendizaje, de la práctica docente y de las condiciones y
procesos se articulen, relacionen y se retroalimenten entre sí, formando parte
de un proyecto unificado de mejora del centro escolar.
Finalmente, cabe destacar que este modelo ha cuidado
que la evaluación
privilegie un enfoque formativo, de forma que los resultados no se usen para
clasificar o estigmatizar a los estudiantes y docentes. Mejoredu propone
impulsar la reflexión, participación e
involucramiento de quienes son evaluados para propiciar orientaciones de mejora
educativa.
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