La estrategia de impulsar la recuperación económica en el Centro Histórico de la Ciudad de México, apoyando espectáculos masivos como los que ha promovido la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum será un fracaso, si los funcionarios de segundo y tercer nivel siguen aislando al comercio establecido con vallas y retenes, impidiendo o dificultando el paso de la clientela y de los propios trabajadores, como sucedió el pasado sábado 16 de julio en donde se presentaron varios grupos de rock.
Comerciantes y empresarios del Primer Cuadro de la Ciudad muestran sus inconformidades y enojo, por lo que consideran es “la otra cara de la moneda” que resulta de estos eventos al dejar saldos negativos en sus ventas.
Las pérdidas económicas para cerca de 5 mil establecimientos que se ubican en el primer y segundo perímetro colindante al Zócalo son valoradas en más de 50 millones de pesos, mientras que el comercio ambulante hizo su ‘agosto’ en julio, ubicándose en zonas privilegiadas para realizar su vendimia, con la anuencia de las propias autoridades.
Es un contrasentido que joyerías, restaurantes, cafeterías, ópticas y talleres optométricos, tiendas de ropa, casas de cambio, farmacias, hoteles, papelerías y tiendas de telas, entro otros, que dan empleo a más de 25 mil trabajadores, no son tomados en cuenta ni en la organización de los espectáculos, ni en los protocolos de movilidad dijo Gerardo Cleto López Becerra, Presidente del Consejo Para el Desarrollo del Pequeño Comercio y la Empresa Familiar
“Hay enojo entre los locatarios por los constantes cierres que se implementan en las calles del Centro. Estamos preocupados porque los cierres de vialidades y la restricción de la movilidad por parte de la policía capitalina, se traducen en caída de ventas para los establecimientos en un momento de crisis económica y que las ventas no superan el 60 por ciento de las que se tenían antes de la pandemia”, remarco López Becerra.
Para dueños y encargados de los establecimientos mercantiles, no se trata de estar en contra de estos espectáculos, de los artistas que se presentan o del público que acude a ellos, pero la organización logística que implementan los funcionarios públicos, termina afectando las ventas del comercio formal y promoviendo el comercio informal, como quedó demostrado en las fotografías que los propios comerciantes tomaron e hicieron circular en redes sociales.
No entendemos el doble discurso, cuando la propia Dunia Ludlow, subsecretaria de Programas de Alcaldías y Reordenamiento de la Vía Pública de la Ciudad de México, aparece en un video que subió a sus redes sociales el sábado del concierto, para hablar de las restricciones al ambulantaje, cuando a unas calles de donde ella se encontraba los grupos del comercio informal se organizaban para su gran vendimia.
Además, deberían considerarse los contagios por Covid que se están incrementando en estas semanas, para evitar que las aglomeraciones se conviertan en focos de infección.
Ante la “otra cara de la moneda” que los actos masivos están representando al comercio formal, los dueños y encargados de los negocios del Centro Histórico, solicitarán que, de no poder establecer protocolos que les permitan realizar sus actividades mercantiles y laborales los días en los que se organizan los eventos, consideran la posibilidad de pedir a las autoridades que los conciertos –como el que ya se anunció de Juan Manuel Serrat-, se realicen en otros espacios públicos en donde no se afecte al comercio formal.
0 Comentarios