Presidente de ConComercio Sc
Nuestro sector, compuesto por miles de comerciantes formales establecidos en comunidades, barrios y colonias populares, cuyos giros son altamente consumidores de la energía eléctrica, queremos expresar a la opinión pública, a los funcionarios federales de los sectores de economía y energía, así como a los diputados y senadores que integran el Congreso de la Unión, nuestro rechazo y preocupación, respecto a la iniciativa de la Reforma Energética que será dictaminada en próximos días.
Representamos a comerciantes y empresarios en pequeño de cientos de giros, que dependen de la energía eléctrica para realizar sus actividades preponderantes, como son: tiendas de abarrotes, cremerías, carnicerías, pollerías y venta de pescado; tortillerías, herrerías, paleterías y helados, anuncios publicitarios, hoteles y hostales; lavanderías y tintorerías, establecimientos de jugos, venta de artículos electrodomésticos, salones de fiestas y centros de diversión entre los principales, los que coinciden en que se debe atender nuestra urgente necesidad, de tener un sistema eléctrico que nos propicie tarifas bajas y un suministro de buena calidad, que no tenga cambios de voltaje ni genere apagones que causan pérdidas millonarias por el descongelamiento y descomposición de los productos que comerciamos o porque sin luz, no se pueda dar el servicio al cliente.
No podemos pasar por alto que, en nuestro sector, abundan las malas experiencias e “historias de terror”, que muchos dueños o administradores de negocios en pequeño del Valle de México, tuvieron primero con los funcionarios de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC) y luego, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Hasta antes de la liquidación de la CLyFC, abundaron los casos de corrupción, diablitos, cuentas impagables e instalaciones que sufrían de constante sobrecalentamiento que afectaba el consumo. No podemos cerrar los ojos ante el hecho del mal manejo de la luz que, en los sistemas políticos del pasado, generó una clase dorada de funcionarios y sindicalistas nepotistas, que recibieron muchos privilegios, valiéndose de la necesidad de nuestros sectores populares; no debemos volver a repetir esos sistemas.
Actualmente con la CFE, si bien se ha saneado mucho de la relación de corrupción que hubo en el pasado, persiste un trato ‘ríspido’ por el cobro de tarifas. Los casos abundaron durante los dos años de pandemia, pues hubo indolencia por parte de los funcionarios de la CFE en el corte del servicio a los negocios que no tenían recursos para pagar el recibo. Además, en los giros que cerraron por meses sus establecimientos y que por lo mismo desconectaron sus instalaciones eléctricas, les realizaron el cobro bajo el criterio del consumo ‘promedio’. En estos casos, pese a que la mayoría de empresarios y comerciantes manifestaron su inconformidad por la irregularidad de estos cobros, se les aplicó la política de “primero paga y luego aclara”.
QUE ESPERA EL PEQUEÑO COMERCIO DE LA REFORMA ELECTRICA
En principio, esperamos tener por parte de la CFE un servicio regular, que no caiga en las intermitencias y apagones o en el altibajo del voltaje, que dañan los motores y aparatos electrónicos. De haber fallos que terminan afecten el buen estado de las mercancías o el servicio a los clientes, pedimos que asuman sus responsabilidades pagando los daños causados.
También queremos que se cumpla con la promesa de tener tarifas bajas. Creemos que la reducción de tarifas no debe ser el resultado de aplicar costosos subsidios al consumo, o a la producción de luz a cargo de la CFE. La reducción de tarifas debe iniciarse con el mejoramiento en la administración de la CFE y la implementación de los proyectos para aprovechar las energías renovables, entre otras cosas. Ejemplo de un trabajo que puede ser exitoso para muchos es el proyecto para la instalación de paneles solares en la Central de Abastos de la Ciudad de México que busca modernizar las instalaciones eléctricas y reducir los costos de luz para las empresas y comercios ahí establecidos.
Pedimos que se busque incrementar la inversión en energías limpias y programas de apoyo con los que podamos instalar paneles solares para la generación de luz y calentamiento del agua para las empresas y establecimientos mercantiles que lo requieran, lo cual representa una verdadera alternativa para abaratar los costos.
Nuestro interés no es que OXXO o cualquier otra empresa pague más por la luz que consume. Lo que debemos buscar es que todas las empresas y comercios paguemos lo justo por los servicios que requerimos para nuestra actividad y que la ley nos permita aprovechar la tecnología para que, mediante la modernización de los sistemas, el costo de la luz sea menor para todos.
El llamado que hacemos a los diputados de todos los partidos políticos, es a que no voten por consigna. Pedimos que analicen, discutan y aprueben leyes con apego a la búsqueda del bien común a fin de beneficiar al pequeño comercio y a toda la sociedad.
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