Mochila Política 174/ 2022: preparativos sucesorios al estilo del viejo priismo

Mochila Política 174

Diciembre 17, 2021

Año 5


2022: preparativos sucesorios al estilo del viejo priismo


Por Héctor Moreno


Avanzada la restauración autoritaria presidencial en los primeros tres años del régimen, el próximo año será marcado por ajustar al partido oficial y a la estructura gubernamental como parte de los preparativos para imponer al sucesor de Andrés Manuel López Obrador en la Presidencia de la República.


La regresión al viejo estilo priista, el sello principal del régimen.


La agenda, los contenidos y los tiempos ya están definidos en el calendario de actividades en que el Presidente ha colocado al partido oficial, Morena, y a la estructura gubernamental. (Ver: Perímetro)


A la mitad de su sexenio, López Obrador ha restaurado casi completamente el viejo modelo de operación del priismo: es el jefe del partido y todas las decisiones sobre candidatos pasan por su visto bueno; tiene sometidos al Poder Judicial y al Poder Legislativo; él dicta el discurso al gobierno y al partido oficial; él negocia con los factores de poder a cambio de estabilidad y marca las pautas de la política exterior.


Sus prácticas clientelares y discurso de reivindicación de clase le mantienen un nivel de popularidad arriba del 60 por ciento y, hasta ahora, le ha inyectado es fuerza al partido oficial para ganar votos.


López Obrador llega al 2022 con un Gabinete que marca sus alianzas; con una agenda definida para intentar nuevamente formalizar a Morena como un partido y realizar movilizaciones como un eje de su relación con la sociedad.


Factores y escenarios


El tercero es el año de mayor poder de un Gobierno y López Obrador cambió a sus integrantes, con lo cual marca con quienes operará la sucesión presidencial y a quienes se puede considerar descartados en sus planes.


La salida de Olga Sánchez Cordero es la más significativa, pues implica un rompimiento con “Los laicos”, del cual forman parte Santiago Nieto Castillo, Alejandro Encinas, entre otros. Esa corriente, que había actuado aliada con Porfirio Muñoz Ledo podría reagruparse bajo otras siglas.


A su vez, Muñoz Ledo se ha convertido en un punto de enlace entre la vieja guardia cardenista (de donde proviene López Obrador) a la cual pertenecen Ifigenia Martínez y Cuauhtémoc Cárdenas, y su guiño hacia Dante Delgado, dueño del Partido Movimiento Ciudadano (cuya génesis es también el viejo sistema priista).


Son tres corrientes con la misma génesis de las viejas prácticas del priismo.


Marcelo Ebrard se mantiene hasta ahora como la figura más destacada del Gabiente lopezobradorista, pero su estrella y ocupaciones han sido insuficientes para generar una estructura electoral propia. Asoman sus relaciones con algunos personajes del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), pero se verá forzado a una alianza territorial con alguien más.


El partido oficial, Morena sigue siendo un partido cuyo ADN de movimiento necesita transformarse en una estructura, orden, líneas de mando y disciplina si realmente busca competir en el 2024 sin la figura del cacique político en las boletas. En tres años no ha podido lograrlo; en varios estados siguen sin dirigencia local ni estructura; su padrón de afiliados es inexistente y sus órganos de gobierno y de formación apenas sobreviven a los permanentes conflictos internos.


Aunque pareciera que la formal dirigencia de Mario Delgado es una concesión a Ebrard, la línea la marca el Presidente López Obrador, quien ha sido reiterativo en colocar a Claudia Sheinbaum al frente de la sucesión.


La gobernadora de la capital del país proviene de una izquierda radical, con raíces y fuerza solo en la Ciudad de México y con una casi nula estructura en el resto del país.


En cambio, Ricardo Monreal ha hecho gala de su pragmatismo y, además de pelear las candidaturas a los gobiernos estatales con senadores como precandidatos, mantiene un discurso de distanciamiento con el régimen y manda señales de apertura a todos lados.


Uno de sus flancos frágiles es la alianza con la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, de Pedro Haces y su partido Fuerza Por México, que recién acaba de perder el registro.


De los factores externos a la estructura gobierno-partido oficial, el escenario no mejora para el 2022.


Se perfila una oposición aliada a Sí Por México empecinada en imponer un proyecto socialdemócrata. Tanto el PRD como el PRI volvieron a la vieja disputa de los ochentas al reasumir esa postura.


El PAN vive un conflicto con un liderazgo que desdibuja la identidad de albiazul, se aleja de sus principios humanistas y hace malabares para abrir la puerta a esa alianza socialdemócrata hacia el 2024.


Mientras tanto, el Partido Movimiento Ciudadano regresó al control de su dueño, Dante Delgado Rannauro y en su empecinamiento por tener un candidato presidencial propio vuelve a restar a la alianza opositora.


Hay un escenario probable si se considera que PMC es el único que ha postulado su identidad socialdemócrata, pro aborto, pro lobby gay, esas posiciones servirían en un momento para que junto con PRD y PRI -todos ellos con génesis en el viejo sistema- se unan y dejen solo a Acción Nacional.


Origen es destino y los desprendimientos de corrientes del viejo sistema, hoy enfundados en siglas de Morena, PRD, PRI o Movimiento Ciudadano parecieran comenzar a abrir posibilidades y sumarse a la restauración del viejo sistema.


En tanto, el Presidente López Obrador usa su poder para incrementar diálogo con los factores de poder y buscar estabilidad política.


Así se entienden sus reuniones con los grandes empresarios (vía su Consejo Asesor Empresarial y el Consejo Mexicano de Negocios); mantiene su guiños hacia la delincuencia organizada (argumentar soberanía para “detener” a los Chapitos, cuando en realidad no les ha hecho nada); ampliar los márgenes de acción de los militares al ámbito civil, entre otras cosas.


Hay un factor, el más importante, que las figuras y actores menosprecian, que buscan instrumentar solo para sus fines: los ciudadanos.


Por eso es fundamental que las organizaciones ciudadanas asuman tareas cívico-políticas; formen conciencia entre otros; formen ciudadanos, desarrollen tareas comunitarias y expresen sus puntos de vista. Esa la única fuerza que pude terminar con ese juego cupular en el que tienen envuelto al país López Obardor y los factores de poder.




Perímetro

El Presidente ya está en campaña y durante todo 2022 aprovechará además para ajustar al partido oficial, Morena rumbo a las elecciones presidenciales del 2024. Esta es la agenda de López Obrador y su partido.


Desde septiembre 2021 hasta mediados del 2022 Morena aplicará un proceso de afiliación, reafiliación y credencialización. Un padrón renovado, transparente, confiable, legalmente validado y del que nadie se sienta excluido.


Desde noviembre  de este año hasta enero 2022  habrá foros sobre la reforma eléctrica en 300 distritos federales.


El 17 de enero inicia en la Cámara de Diputados el Parlamento abierto sobre reforma eléctrica.


Desde enero hasta abril 10 del 2022, AMLO aparece en la boleta (revocación de mandato)


Del 1 de febrero al 30 de abril periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión.


21 de marzo apertura del aeropuerto Felipe Ángeles


Del 3 de abril al 1 de junio se realizarán las campañas para gobernador en seis estados: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas.


Entre agosto y octubre de 2022, Morena realizará las asambleas estatutarias para la elección de congresistas distritales y comités estatales.

A la par, habrá un debate interno para actualizar estatutos y documentos básicos de Morena


En noviembre, Morena efectuará el Congreso Nacional para renovar al Consejo Nacional y a las secretarías del Comité Ejecutivo Nacional. En el Congreso se aprobarán el nuevo  estatuto y nuevos documentos básicos.

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