Por Luis Repper Jaramillo*
lrepperjaramillo@yahoo.com
Lunes 3 de mayo, 22:25 horas, miles de usuarios de la Línea 12 del Metro, volvían a casa luego de su jornada laboral, de actividades personales, de visitar al médico, algún familiar o por paseo. En el tramo elevado de la Línea Dorada (construida en el sexenio del perredista Marcelo Ebrard Cassaubón, como Jefe de Gobierno del DF), bullicio en los dos últimos vagones del tren, las personas no imaginaban que el cruzar la estación Olivos, una trabe colapsaría y ambos carros caerían al vacío provocando la muerte de 26 personas y 90 más lesionadas, algunas severamente, otras hospitalizadas con fracturas, unas más atendidas en el lugar por golpes leves y crisis nerviosas. ¡Un trauma que pudo evitarse! Pero la negligencia de las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México, dejó saldo trágico y ahora nadie quiere asumir la responsabilidad de sus actos.
La historia es de todos conocida. Han pasado, prácticamente 4 semanas (22 días) y los responsables directos Marcelo Ebrard, Mario Delgado, Claudia Sheinbaum, Florencia Serranía, Miguel Ángel Mancera, Andrés Manuel López Obrador (austeridad republicana, reducción de presupuesto federal a la CDMX y por ende, ésta, al Sistema de Transporte Colectivo, Metro), gozan de cabal impunidad, indiferencia oficial (FGJCDMX, FGR, Palacio Nacional, Cámara de Diputados, CNDH), desinterés administrativo y “valemadrismo” de los gobiernos de Morena -local y federal- por omisión (que es delito) del mantenimiento de la ruta 12 del STC.
Pero hablemos de dos mujeres directamente responsables de la tragedia: Claudia Sheinbaum y Florencia Serranía. Ambas cometieron delito de homicidio culposo tipificado por el Código Penal Local, que señala: “es la muerte causada a una víctima por hechos accidentales, fortuitos o involuntarios del causante, como consecuencia del proceder negligente”
En este supuesto, tanto Claudia como Florencia, conocían, sabían, tenían reportes oficiales del mal estado de construcción y falta de mantenimiento de la Línea, aún así permitían su funcionamiento, que más temprano que tarde colapsaría con fatales consecuencias.
Florencia y Claudia son responsables de negligencia, omisión, pues nadie en su sano juicio pensaría que ambas pretendieran causar involuntariamente el accidente… pero, el hecho se dio. Resultado 26 muertos, 26 familias que perdieron un ser amado, golpe psicológico, impotencia y coraje, porque tanto la Sheinbaum como Serranía, están blindadas, protegidas, apapachadas por Andrés Manuel, quien no permitirá (ilegal, corrupta y prepotentemente) que sus allegas sean enjuiciadas penalmente, destituidas del cargo, porque con ambas El Peje mantiene afinidades íntimas.
La tragedia marcó a López Obrador, Morena, Transformación de 4ª, como gobierno incapaz, inútil, incompetente, nepote, corrupto, impune. El hecho sucedió en época electoral, por ello, el tabasqueño está más ocupado en “esconder” su desastre y consecuentemente la pérdida de intención del voto hacia Morena el 6 de junio próximo, por su gobierno fallido.
Por qué aludo a la íntima afinidad López/Sheinbaum/Serranía. En otra entrega me encargo de ello.
Quiero explicarles a Claudia y Florencia lo que significa la palabra negligencia, pues en su vocabulario o diccionario no la tienen, motivo por el cual incurrieron en ese delito, que debería conducirlas a juicio penal y la destitución del cargo. Miren chicas (jajajajaja) negligencia es “falta de cuidado, aplicación y diligencia de una persona (en su caso, servidor público) en lo que hace; en especial en el cumplimiento de su obligación… Error o fallo involuntario causado por esa falta de atención, aplicación y diligencia”
También cayeron en omisión (delito federal, tratándose de burócratas de primer nivel) por no atender (con diligencia, prioridad y eficiencia, las fallas de la Línea 12 del Metro), debido a inacción, descuido o por acción incorrecta, inadecuada o insuficiente.
En este rubro, Sheinbaum y Serranía tenían reportes de los trabajadores, conductores, ingenieros, supervisores, empresas encargadas del “mantenimiento” de la Línea, etc. de que en tramo elevado los trenes sufrían constantes fallas por lo inestable de las vías, las trabes, las torres de soporte. Incluso el líder del Sindicato de Trabajadores del STC, Fernando Espino Arévalo, constantemente se inconformaba por la desatención a los oficios de las fallas y errores de la Ruta 12 y responsabilizaba a la Dirección General y la Subdirección de Mantenimiento del Metro, que ilegalmente detentaba la misma persona: Florencia Serranía Soto (doble cachucha, doble salario, nula responsabilidad), el resultado lo conocemos.
De ello también estaba informada permanentemente su jefa, Claudia Sheinbaum, quien restaba importancia a los reportes… hasta que sucedió la tragedia. Pues bien, chicas (jajajajaja) eso es omisión y se castiga con la inhabilitación temporal o definitiva y/o pérdida (destitución) del cargo, de acuerdo a la gravedad de la falla. No olvidemos que en este caso hubo 26 fallecidos y 90 lesionados, que se cargan a la cuenta de Ebrard, Delgado, Sheinbaum, Serranía, Mancera y López. En pocas palabras existe delito de homicidio culposo que se sanciona con cárcel de 1 a 5, o 3 a 6 años (agravado por la concurrencia de culpa temeraria) que es el caso que nos ocupa.
La punibilidad (pena jurídica que se aplica a aquella conducta sancionable y jurídica), Sheinbaum, Serranía, es por cada fallecido, eeeh. Es decir, tiene que aplicarse, respetando el Estado de Derecho (de los muertos y sus familiares) sentencia condenatoria por cada uno de los 26 infortunados, más otros años por cada lesionado producto de la negligencia y omisión de la Jefa de Gobierno y de la directora del STC (Metro)
Este es el espíritu de la Ley, del respeto a los preceptos que emanan de la Constitución, pero… como estamos en México, regenteado por Morena, coordinado por el inepto de López Obrador y balandronado por la Transformación de 4ª, me temo, pronostico, lamentaría que nada le pasará a ninguno de los 6 responsables culposos (Ebrard, Delgado, Sheinbaum, Serranía, Mancera y El Peje), pues tanto la FGJCDMX, la FGR y la ominosa empresa noruega DNV que “escogió” (paga) el gobierno de la Ciudad de México, o sea Claudia Sheinbaum, para realizar el “peritaje” (simulación) del colapso de la L12 dictaminarán que fue “accidente” por desgaste de las trabes y fierros. Que no hubo negligencia, omisión, falta de mantenimiento, de presupuesto federal para el mismo, bla, bla, bla. Que seguro algún maldoso neoliberal, conservador, fifí, personero de Calderón o de Peña, empujaron una trabe al paso del convoy (jajajajaja)
Pero tiene que haber un sacrificado -por la causa- (como Rosario Robles del peñato), quien tiene menos peso político, social, popular entre la sexteta homicida, será Florencia Serranía, por lo que tendrá que proteger a Andrés Manuel y secuaces, aceptando ante autoridad judicial la responsabilidad de la tragedia… Pero sabemos que no es así. Todos, los 6 y más son directamente responsables de homicidio culposo a 26 usuarios y 90 lesionados.
De este entuerto judicial perverso, vil, maniqueo, marrano del eventual veredicto de la tragedia, ordenado desde Palacio Nacional para no responsabilizar a ningún miembro (incluido Mancera) de su primer círculo, se intuye que Andrés salvará el pellejo de su nuera.
Y la tragedia que enlutó a la sociedad capitalina y a 26 familias inocentes y 90 que salvaron milagrosamente su vida (cuyo error fue haber abordado el convoy de la Línea 12 del Metro, aquella noche del lunes 3 de mayo), serán burladas, engañadas, timadas por los gobiernos local y federal de Morena, a quienes no les importa la gente, las familias, la seguridad, nuestra calidad de vida.
Morena y larvas sólo quieren poder, dinero, nepotismo, impunidad, corrupción y anarquía.
*Miembro de los Grupos Editoriales Digitales pausa.mx, cadenapolitica.com, revistapeninsular.com, elinfluyente.mx, endirecto.mx, hoyelimparcial.com.mx,
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