Percepción es realidad y eso es lo peor que puede jugar contra un gobierno que desde el primer día ha querido desmarcarse y acusar a sus antecesores de ser los peores de la historia reciente y que apuesta a ser el gran elector con el uso de la vacunación como bandera electorera.
Según frases acuñadas por este gobierno "no robar, no mentir y no traicionar" es su eje rector de honestidad que un día y otro también ellos mismos se encargan de devastar.
El caso de crisis de comunicación política mas reciente fue la noticia de una enfermera que intentó aplicar una vacuna vacía a un adulto mayor (aunque con el paso de los días se han reportado otros lamentables casos), lo que ocasionó todo un revuelo no sólo en los medios de comunicación sino también en el patio de enfrente, las redes sociales.
Fue de tal magnitud el impacto negativo de esta crisis que fue escalando, que el mismo Presidente de la República tuvo que desenterrar uno de los peores casos de montaje mediático y mal manejo de comunicación, sucedidos hace 16 años, tema que fue su "caballo de batalla" como líder opositor por tantos años, acusar a los gobiernos de ese entonces y a su más conocido crítico ahora, el periodista Carlos Loret de Mola.
Sin embargo y más allá del lío de esta "denuncia de montaje" que terminó por desatar el reclamo de los secuestrados que le recordaron que las víctimas fueron y seguirán siendo ellos, no los secuestradores Florance Cassez y su pareja sentimental Israel Vallarta, el tema de una vacunación lenta, deficiente y plagada de incompetencias es la nueva gran crisis latente en el escritorio de mandatario.
Y es que su despliegue con enlaces en vivo desde la conferencia de prensa "mañanera" del gobierno para ver la llegada de cargamentos de dosis ha comenzado a dejar de ser noticia cuando han surgido mas casos de adultos mayores con reacciones adversas por vacunas de AstraZéneca en donde un importante sector de la opinión pública y obvio de las redes sociales comienzan a poner en duda las explicaciones poco convincentes que los gobiernos en el mundo, incluyendo México, dan por estas consecuencias.
La principal bandera electoral de Palacio Nacional pierde fuerza y día a día se agrava por el creciente número de muertos y contagiados de COVID-19 y la que pareciera inevitable tercera ola de contagios, luego del regreso de vacaciones de Semana Santa en México.
Las vacunas de este gobierno siguen vacías de certeza, efectividad y sobretodo votos seguros para su partido.
Veremos si entre tantas opciones que ha quemado este gobierno para justificar su falta de resultados, resurgirán temas como el encarcelamiento a ex Presidentes o alguna otra genuina ocurrencia del jefe de campaña de Morena, si ese que despacha desde Palacio Nacional.
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