Las penas con la música de Espinoza Paz son buenas, al grado de corearlas sin importar que conozcas o no al de al lado, que también se dio tiempo para disfrutar el ánimo contagioso desde los primeros acordes, de una banda de 18 músicos y un cuarteto de cuerdas que no dejaba pasar una sola canción para sonar con todo y cantarle a "la ex", una y otra vez.
Con indiscutibles éxitos como "Al diablo lo nuestro" o el culpable (y casi una treintena más de éxitos), el sinaloense regresó después de casi 15 años de ausencia en el escenario del Auditorio Nacional para reencontrarse con su público chilango que desde el inicio le abrazó, cantó, lloró, brindó, rió y secundó todo aquello que se le ocurrió para hacer inolvidable la noche del jueves 26 de septiembre, fecha que sin duda no tan fácil se olvidará.
Al son de adoloridos acordes y divertidas historias con (y sin) su ex, que lo llevaron a componerle una y otra de sus canciones, Espinoza Paz llegó al Auditorio Nacional vestido de una chamarra vaquera café y unos pantalones de cuero negro, que evocan el rancho, del que se siente orgulloso y presume a lo largo y ancho de los cientos de escenarios donde se ha presentado en México y Estados Unidos.
El cariño del público es un inseparable ingrediente que ponía cada vez más cálida esa noche que pese a la lluvia o el tráfico típico de la CDMX se prendió tan pronto como llegaban canciones como "Ponte en mi lugar" o "La Sonrisa obligatorio", que forma parte del repertorio de otro grande, Julión Álvarez.
Se siguió con otras que él mismo le decía al público, "seguro que no saben que es mía", y sonaron cañonazos como "Cabecita dura", "No llega el olvido" o "Después de ti, quién?, o la indiscutible "Solo un día" que sonara en su momento con Adán Romero.
Espinoza Paz sabe del cariño del público y de cómo ha sabido meterse en las historias de amor y desamor de, al menos los 10 mil que se dieron cita y no perdieron oportunidad de guardar la canción de sus recuerdos.
Prometió una de tantas veces que platicó con su público que regresará el próximo año al Auditorio, en lo que pareciera se volverá una cita obligada y más frecuente del cantautor con sus fans capitalinos.
Este encuentro forma parte del Tour La Joya de la Angostura, que ha llevado Espinoza Paz a todos los rincones del país.
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