Francisco X. Salazar S.
Escuché así el título de la hermosa canción del michoacano Jesús “Chucho” Monge –a la que algunos le llaman el segundo Himno Nacional– a un Sacerdote Jesuita de la misión de Cerocahui, en la Tarahumara, uno de los más hermosos lugares de México, donde el pueblo sufre y sigue esperando justicia por sus sacerdotes asesinados. En verdad: ¡Qué herido está nuestro México lindo!Da rabia ver la insensibilidad del presidente López, quien ante la matanza de Texcapilla, Estado de México, y muchas otras en el país, se atrevió a culpar al pasado (sin mencionar a Peña Nieto, obviamente) y a decir que él se siente “bien y de buenas”, y que el problema se debe resolver “entre todos”.
Pues no, el problema no lo pueden resolver los ciudadanos desarmados ante el crimen organizado súper bien armado.
Resolver el problema le corresponde al presidente López y a las fuerzas armadas, a las que les ha dado tanto dinero y las tiene ocupadas en sus ocurrencias: su trenecito, su mini aeropuerto, su refinería inútil, su aerolínea que perderá muchísimo dinero, sus aduanas, construcciones, sus escoltas personales, etc., y ahora hasta como expertos en salud (quitó del Consejo de Salubridad Nacional a las universidades, a los hospitales, a los fabricantes de medicamentos, a los colegios médicos, pero puso a militares y marinos).
Lo que no quiere reconocer López es que su estúpida decisión de enfrentar a los criminales con “abrazos, no balazos”, tiene en la desesperación a las víctimas de los criminales.
El secuestro, trata de personas, –migrantes o mexicanos– y la extorsión, o sea el “cobro de piso”, por todo lo que implique algún ingreso, desde el comercio y la siembra de alimentos hasta actividades profesionales. Por todo cobran, y si no pagan, les queman sus negocios, o de plano los matan, los ejecutan a ellos o a sus familiares.
Pero finalmente el pueblo bueno y sabio se cansó de esperar y de denunciar a los criminales, que seguían extorsionando frente al ejército que ya sabía qué hacían, quiénes los dirigían , donde estaban, pero no hacían nada.
Se hartaron de las promesas y rollos de López y se defendieron solos, con palos, piedras, machetes y escopetas.
Resultado, 10 criminales y 4 campesinos muertos. Entre los criminales muertos estaba “el Payaso”, plenamente identificado y ubicado por las policías como el jefe de los criminales, pero que se paseaba impunemente por todos los pueblos, matando, cobrando y amenazando.
Y esto está pasando en el Estado de México, Michoacán, Guerrero, y en más de la mitad del país. Pero López se siente “bien y de buenas”. Y quiere que entre todos resuelvan el problema. No presidente, para eso cobras y vives en un Palacio.
Para eso eres el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas. De nada sirve que “atiendas” la seguridad, pero que no resuelvas el sufrimiento, dolor y muerte de este México Lindo y Qué Herido.
Por eso no se atrevió a ir a Texcapilla; porque los habitantes, con mucha razón, le habrían reclamado por la inoperancia de las fuerzas armadas, la Guardia Nacional o los policías.
Solo llegó hasta unos 170 kilómetros del lugar de la tragedia, e iba rodeado por escoltas, soldados, y guaruras, esos sí, a diferencia del pueblo, bien armados, pero inhibidos por la instrucción “abrazos, no balazos”.
POTOSINOS ENCHILADOS
NO ZIGZAGUEAR. Claudia Sheinbaum ha prometido seguir haciendo lo mismo que López. O sea: más abrazos, menos balazos. Acabar con los órganos autónomos. Obras a base de ocurrencias. Impunidad a los fieles. Pleitos con medio mundo. Asignaciones directas para las empresas recién formadas de los cuates y parientes. Educación por los suelos. El ejército y la Marina para las ocurrencias. Endeudamiento. Más pobreza extrema…
Yo paso. Mejor con Xóchitl.
LAS SIETE PROMESAS DE AMLO. El 20 de Noviembre de 2017, AMLO presentó su programa de gobierno con 7 puntos. Helo aquí:
Combate a la corrupción. No cumplió, ni sus hijos, parientes, amigos y consentidos. Un solo ejemplo (de muchos): Segalmex.
Respeto al Estado de Derecho. No cumplió: “no me vengan con que la Ley es la Ley”.
Tranquilidad física y paz. No cumplió: hoy los criminales asuelan a México y se envían condolencias a los familiares del Chapo.
No más leyes, cumplir las existentes. No cumplió: ver No 2., además quiere desaparecer la división de poderes y los órganos autónomos, y quisiera gobernar a “decretazos”.
Austeridad. No cumplió, ni siquiera él. Vive en palacio, pero dejó sin mantenimiento al Metro y a los hospitales, entre otros muchos… Eso sí, gastó millones a lo menso como con la destrucción del aeropuerto de la CDMX.
Respeto a la propiedad Privada. No cumplió. Expropió muchos terrenos para sus ocurrencias: Tren Maya, AIFA, Dos Bocas.
Educación y cultura. No cumplió. La educación en picada y los maestros sin recursos para capacitación y sin escuelas limpias y funcionales. Y la cultura: como en Venezuela.
LOS NEGOCIOS DE LOS HIJOS DE AMLO. ¿Solo en Quintana Roo y en la Casa Gris?
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