Necesario analizar las raíces de la violencia escolar para vislumbrar formas de revertirla: Mejoredu

Gabriela Naranjo Flores —titular de Unidad en esta Comisión— señala que para entender y transformar lo que pasa en la escuela es necesario profundizar en lo que ocurre más allá de sus puertas.

En el editorial del boletín electrónico Educación en Movimiento número 19 que publica en su página web la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), Gabriela Naranjo Flores —titular de la Unidad de Apoyo y Seguimiento a la Mejora Continua e Innovación Educativa de esta institución— destaca que el fenómeno de la violencia en las escuelas es un tema preocupante, pues sus efectos pueden ser devastadores, tanto para las y los estudiantes y docentes, como para las familias de las comunidades.

Señala que las expresiones de este fenómeno son diversas e involucran en variadas medidas y formas a los diferentes actores y a las instituciones; sin embargo, considera que la llamada violencia entre estudiantes es la que más se ha visibilizado y expuesto a la opinión pública y que, sin duda, es necesario analizar las raíces más profundas del problema para vislumbrar formas de revertirlo.

Naranjo Flores resalta que las manifestaciones de violencia no son un asunto solo de jóvenes desorientados o de fami­lias que no saben poner límites a sus hijas e hijos. Las expresiones de violencia en la escuela representan apenas la punta del iceberg de una problemática mucho más amplia, y que para entender y transformar lo que pasa en la escuela es necesario profundizar en lo que ocurre más allá de sus puertas, subraya.

En entrevista para Educación en Movimiento, Juan Bello Domínguez —profesor investigador de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN)— invita a plantear preguntas para pensar cómo se ha mirado la dimensión socioa­fectiva y cómo se ha construido desde la escuela y las políticas educativas. Dice que cuestionar el fenómeno desde otras perspectivas aportará nuevas reflexiones para poner sobre la mesa ideas tan profundas como las que nos brinda la noción de comunidad, lo cual es fundamental.

Afirma que desde el nuevo marco curricular esta idea no sig­nificaría acudir a la comunidad, sino reconocer que la escuela forma parte de ella. Se trata de pensar en la construcción de las identidades individuales sobre la idea de un ser humano integral en su carácter socioafectivo, cognitivo y psicomotor, concluye.

En esta edición de Educación en movimiento también se presenta el artículo El derecho a la educación de los adolescentes en conflicto con la ley, en el que se afirma que garantizar el derecho a la educación de las y los adolescentes en el Sistema Integral de Justicia Penal plantea un reto importante para la atención de quienes se encuentran en contextos de vulnerabilidad y han enfrentado situaciones como la salida temprana del hogar, el trabajo infantil, la desafiliación escolar y el consumo de drogas. 

En este texto, los autores Karla Yukiko López, Miguel Ángel Morales, Gustavo Alexis Victoria y Verónica Medrano ofrecen un esbozo de tales dificultades, como un primer paso para su superación.

En Convivencia escolar: un todo superior a la suma de sus partes, se muestran algunos ejemplos en los que la cooperación y el diálogo generan formas de convivencia que superan la suma de los esfuerzos individuales en ella implicados.

El boletín Educación en movimiento número 19 también publica el tema Estrategia para abordar las emociones en la escuela, de María Viridiana Santiago Villagrán y Blanca Aurelia Santiago Villagrán, docentes del preescolar “Julio Torri” de la alcaldía Iztapalapa, Ciudad de México.

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