Por Luis Repper
Jaramillo*
lrepperjaramillo@yahoo.com
Nunca, en los
últimos 6 sexenios (4 del PRI, 2 del PAN) habíamos padecido un gobierno inútil,
mentiroso, improvisado, incapaz, corrupto, nepote, incongruente, soberbio,
falaz, inconsistente, impreparado, cobarde, omiso; diferente, sí, por
peor. Hablo de periodos sexenales, que en Morena en sólo 32 meses sobrepasa las
atrocidades, errores, impunidad, que priistas y panistas acumularon a lo largo
de 6 años cada uno.
Ejemplo
contundente de nepotismo se dio con el Presidente priista José López Portillo,
quien metió a su administración hermanos, hijos, tíos, primos, al grado que una
frase suya pasó a los anales de la política mexicana, como corrupción activa
cuando al referirse a su hijo José Ramón López Romano, quien desde la Secretaría
de Programación y Presupuesto maneja los hilos del sexenio, lo calificó como “el
orgullo de mi nepotismo” , pues su primogénito disponía presupuestos,
iniciativas y redactaba los Informes
anuales de Gobierno de JOLOPO. El mini poder tras el trono.
De ahí saltamos a
la gestión de Carlos Salinas de Gortari, quien desde el inicio de su sexenio
contó con la presencia, actuación y prepotencia de su hermano Raúl, quien
impuso su propio imperio de poder desde la modesta empresa del Estado,
CONASUPO, en donde empezó a sangrar el erario público y jugar de contrapeso
político de su consanguíneo y partido (PRI).
Raúl Salinas de
Gortari fue una auténtica “piedra en el zapato” para Carlos y el salinismo,
pues con prepotencia, autonomía e impunidad manejaba, disponía y usufructuaba
millones de pesos de la empresa social y de otras dependencias oficiales al
amparo de ser “el hermano incómodo” del presidente.
Fue tanta su
fortaleza que, desde el partido en el poder (PRI), patrocinó, auspició,
financió la creación del Partido del Trabajo (PT) de tendencia izquierdista,
del que sacaba jugosas y millonarias ganancia, a través de las prerrogativas y
financiamiento que, el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) otorgaba para
subsidiar partidos y candidaturas en época electoral.
Tanto López
Portillo como Salinas de Gortari cargaron su estigma dentro de su
administración, que en el caso de la Transformación de 4ª las “piedras en el
zapato” son externas, nepotes.
En el año 2000 se
presentó otro caso de “poder tras el trono”, la injerencia de un tercero en las
decisiones de Estado, sin ser miembro del gabinete. Me refiero a la llegada del
panista Vicente Fox Quezada, quien nunca, jamás tomó las riendas del poder. Incluso,
desde su campaña electoral su vocera Martha Sahagún “la señora Marta” tomaba
las decisiones desde cómo vestir, qué decir, qué discursar (al grado que le
puso un vice vocero, Rubén Aguilar, que interpretaba las sandeces de Fox, con
la frase “lo que el presidente quiso decir”)
Ya en Los Pinos,
la astuta michoacana engaratusó al guanajuatense para casarse, en vivo, a todo
color, en transmisión nacional e internacional, desde la casa presidencial, con
lo que Marta Sahagún, asumía oficiosamente el poder.
Se dio sus lujos,
explotando la figura del “buen hombre”, Vicente, para extorsionar, pillar,
robar dinero público y privado, cuando organizaba conciertos con artistas de
talla internacional, cobrando la asistencia de políticos, empresarios,
funcionarios públicos, etc. a precios millonarios, bajo la peregrina “causa de
ayudar a los niños del DIF”.
Los hijos de la
Doña, de su primer matrimonio, que no vivían en Los Pinos, Fernando, Jorge
Alberto y Manuel Bribiesca, aplicaron la máxima mexicana “a río revuelto,
ganancia de pescadores”. Astutos y perversos como su madre, indagaron en el
INFONAVIT cuántas casas de interés social estaban incautadas, abandonadas,
olvidadas, parcialmente destruidas, ante la imposibilidad del trabajador de
pagar el crédito. Ipso facto, aprovechando la influencia de la “vicepresidente
de México”, esposa de Fox y mamá, compraron cientos de viviendas a precio de
remate, las reconstruyeron, modernizaron y vendieron, ganando millones de pesos
al amparo del nepotismo, la corrupción e impunidad.
Luego siguió otro
panista, Felipe Caderón, quien además de su vicio por el alcohol, dio “manga
ancha” a colaboradores cercanos, amigos, “compas”, como Genaro García Luna,
Luis Cárdenas Palomino, etc. para controlar y coludirse con los cárteles de la delincuencia
organizada y amasar cuantiosas fortunas, poder, control de dinero y saquear el
erario público.
El nepotismo del
matrimonio, Felipe Calderón - Margarita Zavala, tuvo su peor expresión cuando el
5 de junio de 2009, un incendio arrasó con un bodegón habilitado como Guardería
ABC, en Hermosillo, Sonora, provocando la muerte (por calcinación) de 49
“angelitos” (bebés) que dormían, y 106 salvaron la vida, pero con secuelas en
sus cuerpecitos de por vida.
La maldituría
estribó en que la guardería, subrogada por el IMSS a un particular, Marcia
Matilde Altagracia Gómez del Campo, es prima hermana de Margarita Zavala Gómez
del Campo, esposa de Calderón Hinojosa. Intercedió para que la mano de la
justicia no responsabilizara a la “prima” de homicidio culposo, por el
fallecimiento de 49 bebés, y 106 más sufrieran lesiones de por vida.
La Fiscalía de
Justicia de Sonora, capturó y sentenció a empleados del “negocio”, pero nunca a
Altagracia Gómez del Campo como responsable de la tragedia.
Luego siguió el
priista, Enrique Peña Nieto, cuyo sexenio es considerado de los más corruptos e
impunes de la historia.
Por ser el más
reciente todos sabemos las tranzas, robos, omisiones, colusiones, fraudes, etc.
que a 2 años 8 meses de gobierno de la Transformación de 4ª, que prometió meter
a la cárcel a Peña Nieto y compinches, ningún “cabecilla” del Cártel de
Atlacomulco ha caído.
Peña Nieto robó,
dejó robar. Defraudó, dejó defraudar (único caso y sacrificada del peñato,
Rosario Robles Berlanga, “no te preocupes Rosario”, le dijo Peña cuando se
descubrió la Estafa Maestra. No se preocupó y lleva 3 años en prisión). El
mexiquense fue cínico, cobarde, poco hombre. Cuando el caso de la Casa Blanca
de las Lomas de Chapultepec, exigió y exhibió a su “esposa”, Angélica Rivera
“La Gaviota”, culpándose de ser dueña del inmueble, cuando el tipejo, con lo
robado al país, había pagado al constructor 86 millones de pesos por la obra.
La camarilla de
trúhanes de Peña, Luis Videgaray, Luis Miranda Nava, Ildefonso Guajardo (en
investigación judicial), Virgilio Andrade, Emilio Lozoya Austin “(detenido” y
coludido con la T4a), etc. gozan de cabal impunidad.
Irremediablemente
llegamos al sexenio fallido de Andrés Manuel, el de la Transformación de 4ª,
que de origen es corrupto, tramposo, inmoral. El sujeto jamás ha informado cómo
durante 18 años (tres candidaturas presidenciales) ha vivido junto con sus
familias (2 esposas y 4 hijos. Los hermanos se cuecen a parte y de ellos
hablaremos más adelante) sin empleo, sin percibir salario. Gastando en campañas
y viajes, incluso al extranjero, España, sin justificar ante la autoridad
fiscal, ingresos y egresos de esos gastos. Esto es trampear, simular, omitir.
Pero vayamos a la corrupción
e impunidad de sus familiares: hermanos, Pío, Arturo, Martín, Ramiro, cortados
con la misma tijera de la perversión. Unos recibiendo dinero sucio (Pío, Martín
Jesús) robado a los habitantes de Chiapas, como “aportación para la causa” de
Andrés Manuel y la T4a. José Ramiro, explotando para beneficio personal el
apellido ha saqueado a la banca de desarrollo para usufructuar dinero honesto y
fortalecer sus negocios ganaderos en Chiapas y Tabasco. Pedro Arturo, de pleito
personal con Andrés, porque en las elecciones pasadas para gobernador en
Veracruz, Arturín, apoyó con recursos y trabajo político al PRI, contra el
candidato de Morena.
Al enterarse El
Peje, renegó públicamente -en un discurso- diciendo “ya no tengo hermanos” Pero
no sólo fue la frase, sino vociferó denostaciones, agravios, insultos a Arturo.
Como respuesta Pedro Arturo, espetó “los tiranos se pierden solos” ¡¡Qué
bonita familia, qué bonita familia!!
La cuñada,
Concepción Falcón, esposa de Ramiro, siendo Síndico del Ayuntamiento de
Macuspana, Tabasco, fue acusada de desfalco por 200 millones de pesos en 2020. Fue
obligada a renunciar el cargo.
La prima, Felipa
Obrador, explotando la parentela con el
inquilino de Palacio Nacional, sacó provecho. Obtuvo convenios leoninos con
Pemex Exploración y Producción por 4 millones 600 mil pesos, a través de su
empresa personal Litoral Laboratorios Industriales, aplicando doping, es decir,
bajar tendenciosamente los precios de su oferta, para que los otros tres
competidores se retiraran de la competencia (filtración de información
privilegiada a la prima, para saber cuanto bajar su pretensión y quedar como
única competidora). Trampa, embuste, corrupción.
En otra entrega exhibiré
a la nuera e hijos putativos de AMLO, Claudia, Marcelo, etc.
*Miembro de los
Grupos Editoriales Digitales informate.com.mx, pasaporteinformativo.mx,
gustavorenteria.mx, latitudmegalopolis.com, portalhidalgo.mx
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