Un estilo de vida saludable, clave contra el envejecimiento




*La mejor opción es una buena alimentación, horas de sueño y actividad física, recomienda Mina Konigsberg  

 

Las compañías farmacéuticas han sacado al mercado productos que prometen retrasar el proceso de envejecimiento, pero lo recomendable es “mantenerse muy alertas de lo que compramos y consumimos” debido a los efectos de ese tipo de compuestos, que han tenido gran auge en las últimas décadas, advirtió la doctora Mina Konigsberg Fainstein, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).  

 

Con el aumento en la esperanza de vida de la población en México –que hasta 1930 era de 34 años y ahora es de 75 años, en promedio– la cantidad de adultos mayores también ha crecido por lo que cada vez resulta más relevante estudiar las causas, las consecuencias y las posibles vías para evitar el deterioro del organismo asociado al paso del tiempo.

 

Además es importante examinar los aspectos relacionados con los antioxidantes, la longevidad y la calidad de vida, porque no es suficiente sumar años, “sino lograr una muy buena salud física y mental que nos permita disfrutarlos”, afirmó durante la charla Senolíticos: ¿vendrán a suplir a los antioxidantes en evitar que envejezcamos?

 

Todos los padecimientos tienen un factor de riesgo común: la edad, pero es necesario entender cómo tratar de evitar los daños asociados a ésta, ya que con el curso de la existencia ocurre un deterioro progresivo “en todas nuestras facultades y el funcionamiento del organismo, lo que puede resultar en enfermedades músculo-esqueléticas, cognitivas, cardiovasculares e inmunológicas”, entre otras.

 

La académica del Departamento de Ciencias de la Salud de la Unidad Iztapalapa apuntó que son muchas las teorías sobre este fenómeno, por ejemplo, que se da por los radicales libres, “lo que supondría que si los combatimos con antioxidantes podríamos conservar la juventud”, pero el proceso es más complejo de lo que parece, pues dichas moléculas cumplen funciones diversas, una de ellas dentro del sistema inmune, ayudándolo a eliminar patógenos. 

 

Otra teoría se refiere a la senescencia celular, en la que se detiene la proliferación de las células como respuesta al estrés o algún tipo de afectación, perdiendo muchas de sus funciones. 

 

Estudios recientes realizados por la Mayo Clinic en Rochester, de Minnesota, y la University of Texas Health Science Center han probado que la eliminación selectiva de ese tipo de células en mamíferos podría arrojar resultados benéficos en algunas patologías, empero, se ha visto que no es posible excluirlas en todos los momentos de la vida, pues también aportan ventajas, “lo que demuestra que aún no estamos preparados para desecharlas y todavía queda un largo camino en este tipo de investigaciones”. 

 

Productos naturales o fármacos que ya se usaban para otros fines –Dasatinib y Quercetin– han probado que funcionan para eliminar aquellas senescentes, pero se sabe que dejan secuelas y que no es posible confirmar su eficacia y seguridad, por lo que recomendó no dejarse seducir por esa clase de artículos, sino procurar comer frutas y verduras; tener ciclos de sueño de al menos siete horas al día, y hacer actividad física para prevenir los daños por envejecimiento. 

 

“Debemos tener una dieta balanceada, pues no es necesario tomar todas las pastillas y suplementos que nos venden, a menos que tuviéramos una deficiencia; con tomar cinco porciones de fruta y verdura al día estaremos cubiertos”, recomendó la doctora en Ciencias Biológicas. 

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