Puebla, Puebla.- La Federación Mexicana de Objeción de Conciencia (FEMOC) dio a conocer su profunda preocupación por la iniciativa presentada por la diputada Nayeli Salvatori en el Congreso del Estado de Puebla, misma que aparenta reconocer el derecho a la objeción de conciencia, sin embargo introduce limitaciones ambiguas que podrían hacer imposible su ejercicio real.
Al incluir expresiones como “riesgo a la salud”, “alternativa viable o accesible” o “servicio oportuno y de calidad”, el texto deja espacio a interpretaciones discrecionales que pueden convertir un derecho humano en un trámite condicionado, sujeto a decisiones políticas o administrativas.
“La FEMOC advierte que esta iniciativa no representa un avance, sino una regresión en materia de libertad profesional y ética médica. Regular la conciencia desde la ambigüedad legal no fortalece el sistema de salud, lo vulnera”, afirmó el Doctor Javier Ramírez.
Desde el punto de vista legal, esta iniciativa presentada por la diputada Nayeli Salvatori aparenta proteger el derecho a la objeción de conciencia, pero en realidad introduce condiciones que lo anulan en la práctica.
El texto propone que el personal médico y de enfermería podrá objetar su participación en determinados procedimientos, “salvo cuando exista riesgo a la vida, urgencia médica o no haya alternativa viable o accesible para brindar un servicio oportuno y de calidad”.
Por su parte, la Doctora Miriam Gil destacó que, aunque lo planteado en la iniciativa puede sonar razonable, es jurídicamente vago: “¿quién decide qué es ‘viable’ o qué es ‘accesible’?
La falta de precisión legal deja abierta la puerta a abusos y presiones contra los profesionales de la salud. Un hospital con poco personal o sin recursos podría alegar que ‘no existe alternativa viable’ y forzar al médico a actuar contra su conciencia.
Si esta redacción se aprueba, Puebla tendría la regulación más restrictiva del país en materia de objeción de conciencia”.
#DATOALGRANO/La iniciativa establece disposiciones preocupantes:
· La remisión obligatoria a personal no objetor, lo que convierte la objeción en cooperación indirecta forzada.
· La exigencia de declarar la objeción al momento de contratación, que abre la puerta a discriminación laboral.
· Y la llamada “negativa ficta”, que asume el rechazo automático de una solicitud si no hay respuesta rápida de la autoridad.
La objeción de conciencia es un derecho humano reconocido internacionalmente. No se trata de negarse a atender, sino de garantizar la libertad moral y profesional del personal de salud.
Esta iniciativa no regula la conciencia, la controla.
Otro factor determinante es el presupuestario. Antes de imponer obligaciones a los médicos, el Estado debe resolver la crisis estructural del sistema de salud en Puebla, con falta de insumos y recursos humanos.
Al respecto, el Doctor Javier Ramírez mencionó que “en Puebla, hospitales como el General de Huejotzingo o el Hospital de la Mujer han denunciado falta de insumos básicos, quirófanos cerrados y carencias de medicamentos.
Mientras tanto, trabajadores del IMSS-Bienestar han salido a las calles a exigir condiciones dignas y medicamentos. ¿Esa es la infraestructura con la que se pretende garantizar abortos “universales, gratuitos e inmediatos”? La realidad es que no hay recursos humanos ni materiales suficientes.”
“Pedimos un parlamento abierto, a fin de que cada legislador pueda escuchar las opiniones de los médicos y personal de salud, quienes podrían ser afectados con esta iniciativa. Este diálogo puede aportar una perspectiva conciliadora que respete los derechos de quienes tenemos la vocación de salvar vidas”, puntualizó la doctora Miriam Gil.
Hoy no discutimos un tecnicismo legal, discutimos el fundamento mismo de la libertad profesional y humana. La objeción de conciencia no impide la atención médica, la garantiza con integridad.
Obligar a un médico a actuar contra su conciencia no lo hace más profesional, lo deshumaniza y un sistema que persigue la conciencia deja de ser un sistema de salud para convertirse en un aparato ideológico.
El Estado debe proteger a los profesionales de la salud con leyes claras, ya que defender la conciencia médica es defender la dignidad.
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