Por Felipe Galindo
Han sido horas dolorosas para los ucranianos y el mundo entero, hemos sido testigos de la impune decisión de Vladímir Vladímirovich Putin, presidente de la Federación Rusa, que pese a su característica propaganda de guerra justificando su ataque a Ucrania, buena parte del mundo, curiosamente desde la ventana de las redes sociales, se ha llenado de rechazo y condena.
Sin duda estamos frente a un "nuevo Caín" asesino al que la diplomacia, la condena internacional y los anuncios como el del cierre del espacio aéreo a Rusia le recriminan el "qué le has hecho a tu hermano".
En aquella historia bíblica de la tragedia de Caín y Abel hay una condena que registra el Libro del Génesis "En adelante serás maldito, y vivirás lejos de este suelo fértil que se ha abierto para recibir la sangre de tu hermano, que tu mano ha derramado". Parece que ese mismo destino quiere Putin en la historia.
Me ha llamado particularmente la atención cómo la indignación e impotencia han sido sentimientos casi unificados del mundo, insisto, pese al poderío de propaganda que ha desplegado Rusia en el planeta para justificar su decisión.
Desde los entrañables aplausos que en Portugal recibiera el futbolista ucraniano Román Oléhovych Yaremchuk al ingresar a la cancha, las múltiples manifestaciones de ucranianos alrededor del mundo rechazando el ataque, hasta la visita fuera de protocolo del Papa Francisco al embajador ruso Alexander Avdeev por más de media hora, con el que se ha dicho que tiene una buena amistad.
Horas dolorosas para el mundo en la que la paz ha tropezado en esta primera vuelta, sin embargo conforme las horas pasan, vemos como al gran perdedor de la guerra al mismo Putin.
En esta inmediatez con la que la información de este ataque cambia y se actualiza, han quedado registrados primero, la poca capacidad que hoy Nacional Unidas ha demostrado frente a un conflicto como éste y cómo un debilitado presidente de Estados Unidos, Joe Biden ha evidenciado su poca operación, muestra de la crisis interna con la que vive culpando a su antecesor Donald Trump.
Como sea, un ángulo que habrá de seguir de cerca es la forma en la que la fragmentada Unión Europea ha decidido unirse para respaldar con todo su poderío militar y económico a una auto fortalecida Ucrania y la figura de su presidente Volodímir Oleksándrovich Zelenski, que ha despertado el interés del mundo por la forma en la que ha resistido el ataque ruso, no ha dudado en reclamarle al mundo un "nos han dejado solos" y su decisión de ponerse el traje militar y salir a defender su nación, al precio que sea.
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